Ahorro de espacio
Uno de los mayores problemas del parque inmobiliario español, son las reducidas dimensiones de las viviendas Por ello, optando por un microondas integrable ganamos espacio al poder situarlo encima (o debajo) de otros electrodomésticos, como por ejemplo un horno.
Minimizamos accidentes
Al estar encastrado en el mueble de la cocina es muy difícil, por no decir imposible, que suframos algún accidente con nuestro microondas integrable derivado del movimiento de este o que se vierta algún líquido encima del mismo.
Discreción y minimalismo
Al optar por un microondas de integración logramos una concordancia cromática respecto al color predominante en la cocina y de los otros electrodomésticos.